Debido a esta inesperada adición al número de invitados, el vino comenzó a faltar, ὑστερήσαντος οἴνου. ὑστερέω, de ὕστερος, significa “llegar tarde”, y por lo tanto “estar corto”, “faltar” y también “estar falto”. Cf. Mateo 19:20 , τί ἔτι ὑστερῶ; y Marco 10:21 , ἕν σοι ὑστερεῖ.

Aquí el significado es "habiendo fallado el vino" o "dado". En consecuencia λέγει ἡ ​​μήτηρ τοῦ Ἰησοῦ πρὸς αὐτὸν, Οἶνον οὐκ ἔχουσι. Bengel supone que ella deseaba que él se fuera “velim discedas, ut ceteri item discedant, antequam penuria patefiat”. Calvino sugiere “fieri potest, ut [mater] tale remedium [miraculum] non expectans eum admonuerit, ut pia aliqua exhortatione convivis taedium eximeret, ac simul levaret pudorem sponsi”.

Lampe dice: “Obscurum est”. Lücke piensa que Jesús había dado pruebas de su obra de milagros previamente. Los comentaristas griegos y Godet suponen que cuando ella lo vio reconocido como Mesías había llegado el momento de la manifestación extraordinaria del poder. Las palabras muestran que ella estaba en términos de intimidad con la familia del novio, que sabía del fracaso del vino y deseaba aliviar la vergüenza.

Naturalmente, recurre a su hijo mayor, quien en emergencias pasadas siempre había demostrado ser útil en consejos y ayuda práctica. Pero a partir de las palabras de Jesús en respuesta: “Aún no ha llegado mi hora”, ciertamente parecería como si ella hubiera sugerido que Él debería usar los poderes mesiánicos para el alivio de los invitados a la boda.

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