πυρέσσουσα (misma palabra en Mateo), febril, o febril, sin duda una ocurrencia común en las llanuras húmedas y pantanosas junto al lago. λέγουσι αὐτῷ π. α., inmediatamente le hablan de ella, no necesariamente como esperando que Él la sane, sino para dar cuenta de su ausencia, o como uno naturalmente le cuenta a un amigo los problemas de la familia.

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Antiguo Testamento