es un pobre equivalente para la referencia de Mt. al bautismo, insistiendo como lo hace, en un espíritu eclesiástico, en la necesidad del bautismo más que en su significado como expresión de la fe cristiana en Dios Padre, Hijo y Espíritu. Puede que Jesús no haya hablado como Mt. informa, pero las palabras puestas en Su boca por el primer evangelista son mucho más dignas del Señor que las que aquí se le atribuyen.

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Antiguo Testamento