“Si os sembramos en lo espiritual, ¿es gran cosa si segáramos en lo carnal?” Cuando el viñador y el pastor participan del fruto de su trabajo, cuando el buey come el trigo mientras lo trilla, la parte así concedida al trabajador se toma del producto mismo de su trabajo, y en consecuencia su parte es de la misma naturaleza que la que produce. No es así con el salario del predicador. Lo que recibe es muy inferior en valor a lo que ha dado. Se sigue que su derecho a ser sostenido es aún más indiscutible de lo que parecería si nos atenemos a los ejemplos precedentes.

El plural: hemos sembrado , puede referirse únicamente a los tres fundadores de la Iglesia de Corinto, Pablo, Silas y Timoteo ( 2 Corintios 1:19 ).

El dativo ὑμῖν, para ti , es el dativo de favor; son la tierra que se ha beneficiado de la semilla esparcida con tanto trabajo. A este dativo corresponde el genitivo ὑμῶν, de ti , por tu parte, que indica el origen del salario. Nos parece que debemos leer con el Alex. el subjuntivo θερίσωμεν, en lugar del indicativo θερίσομεν. Los grecolatinos.

han sustituido el último por el primero debido al εἰ, si , que no parecía estar de acuerdo con el modo subjuntivo. Pero es precisamente lo contrario lo que es cierto, porque la cosecha en cuestión existe solo en el pensamiento, según Pablo, y él no pide en lo más mínimo que se realice.

A este primero , a fortiori , el apóstol añade un segundo.

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