Y les dijo: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, y irá a él a medianoche?

A medianoche, es decir, a la hora más inoportuna.

Cristo propone esta parábola para enseñar a sus discípulos a no desanimarse, ni dejar de orar porque sus peticiones no son contestadas, sino a perseverar, porque si hacen esto, Dios escuchará sus oraciones y les concederá sus peticiones.

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Antiguo Testamento