Esta parábola no se encuentra en ninguno de los evangelistas, excepto en San Lucas. Nuestro Salvador, habiendo enseñado a sus discípulos la forma de oración antes mencionada, ahora les muestra la utilidad y eficacia de la oración en general. Quiere inculcar la necesidad de perseverancia en la oración. Un amigo viene a pedir prestado a otro amigo a una hora fuera de temporada; su solicitud es rechazada; insiste y obtiene, con su perseverancia, lo que no podría haber ganado sin ella.

Así también el Todopoderoso desea ser importunado; desea que recemos con celo y perseverancia. este es el modelo que debemos seguir. (Calmet) --- Dios no nos exhortaría tan fervientemente a orar, a menos que estuviera dispuesto a conceder nuestras peticiones. Sonrojémonos de nuestra pereza: él está más dispuesto a dar que nosotros a recibir. (San Agustín)

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