Incluso si le agradaría a Dios destruirme - Para matarme y liberarme de mis penas; compare Job 3:20. La palabra traducida como "destruir" aquí (דכא dâkâ') significa apropiadamente romperse en pedazos, aplastarse, pisotear, hacer pequeños moretones. Aquí el sentido es que Job deseaba que Dios lo aplastara para quitarle la vida. La Septuaginta lo convierte en "herida" - τρωσάτω trōsatō. El Chaldee lo expresa: "Que Dios, que ha comenzado a hacerme pobre, suelte su mano y me haga rico".

Que soltaría su mano - Job aquí representa la mano de Dios como atado o confinado. Desearía que esa mano encadenada se soltara, y fuera tan libre en sus inflicciones que se le permitiera morir.

Y cortame - Esta expresión, dice Gesenius (Léxico en la palabra בצע betsa‛), es una metáfora derivada de un tejedor, quien, cuando termina su telaraña, la corta del torbellino por el cual se sujeta al telar; vea las notas en Isaías 38:12. El sentido es que Job deseaba que Dios terminara completamente su trabajo, y que como había comenzado a destruirlo, lo completaría.

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