John respondió ... - John no entró en sus sentimientos ni simpatizó con su amor por la fiesta. Él vino a honrar a Jesús, no a construir una secta, se regocijó por el éxito del Mesías y comenzó a enseñarles a regocijarse también en él.

Un hombre no puede recibir nada ... - Todo el éxito es del cielo. Todo mi éxito fue de Dios. Todo el éxito de Jesús es de Dios. Como el éxito proviene de la misma fuente, no debemos sentir envidia. Está diseñado para responder al mismo fin y, por quien sea que lo haya logrado, la mano de Dios está en él, y debemos alegrarnos. Si Jesús y sus discípulos tienen éxito, si todos los hombres huyen a él, es una prueba de que Dios lo favorece, y usted debe alegrarse.

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