Tu justicia es una justicia eterna - Nunca cambia. Los principios de tu ley, de tu gobierno y de tu método de salvar personas son los mismos en todas las dispensaciones, en todas las tierras, en todos los mundos; y permanecerán igual para siempre. Los gobiernos humanos cambian. Fallecen viejas dinastías. Se promulgan nuevas leyes bajo nuevas administraciones. Cambio de aduanas. Las opiniones cambian. La gente cambia. El mundo cambia. Pero como Dios mismo nunca cambia, lo mismo ocurre con su ley. Esa ley se basa en la verdad eterna, y nunca puede cambiar.

Y tu ley es la verdad - Se basa en la "verdad"; sobre la realidad de las cosas. Está tan esencialmente basado en la verdad, surge tan ciertamente de la verdad, o de la realidad de las cosas, que se puede decir que es la verdad misma. El que entiende la ley de Dios entiende lo que es la verdad, porque es la expresión y el exponente de lo que es verdadero.

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