Los paganos se enfurecieron - Las naciones estaban en conmoción o estaban agitadas como las olas del mar. Este lenguaje bien describiría la consternación de las naciones cuando los asirios salieron a la conquista, y cuando, habiendo sometido a tantos otros reinos, hicieron la guerra contra Jerusalén. Compare Isaías 36:18-2.

Los reinos fueron movidos - Es decir, aquellos que fueron invadidos, así como aquellos que hicieron la invasión. Hubo una convulsión general o temblor entre las naciones de la tierra.

Él pronunció su voz - Dios habló; él dio la orden; él expresó su voluntad. Compare Génesis 1:3; Habacuc 3:6.

La tierra se derritió - La misma tierra pareció derretirse o disolverse ante él. Todo se quedó quieto. El peligro pasó a su orden, y el mundo furioso se calmó. La Biblia abunda en un lenguaje de este tipo, que muestra el poder absoluto de Dios, o su poder para controlar todos los elementos furiosos en la tierra y el océano por una palabra. Compare las notas en Salmo 33:9. Ver también Salmo 107:25, Salmo 107:29; Mateo 8:26.

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