Guiaste a tu pueblo como un rebaño de la mano de Moisés y Aarón - Esto satisfizo y consoló la mente del salmista. Dios nunca había abandonado a su pueblo. Se había mostrado fiel en sus tratos con ellos. Había actuado como un buen pastor. En todos los peligros de su camino; en su peligroso viaje por el desierto; En medio de enemigos, privaciones y problemas (rocas, arenas, tormentas, tempestades) cuando está rodeado de enemigos y cuando su campamento está infestado de serpientes venenosas, Dios se ha mostrado capaz de proteger a su pueblo, y ha sido fiel a todas sus promesas y compromisos de pacto. Mirando hacia atrás a este período de su historia, el salmista vio que había abundantes razones para confiar en Dios, y que la mente debía descansar tranquilamente sobre él en medio de todo lo oscuro y misterioso en sus tratos. En vista del pasado, la mente debe estar tranquila; alentados por el pasado, por incomprensibles que sean las acciones de Dios, las personas pueden acudir a él y confiarle todos sus intereses con la seguridad de que su salvación será segura, y que todo lo que parece oscuro y misterioso en los tratos de Dios lo hará. Sin embargo, que quede claro.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad