Ahora bien, la multitud de los que habían creído eran de un solo corazón y una sola alma; nadie dijo que nada de lo que poseía era suyo, sino que tenían todas las cosas en común.

1. La multitud de creyentes estaba unida. Todos los cristianos en Jerusalén:

1. Creído.

2. Eran de un solo corazón y una sola alma.

3. No egoísta, sino dispuesto a compartir.

2. Todo debía ser compartido con todos los demás. Todos eran socios iguales. Todos estaban juntos en la comunión. La iglesia primitiva mostró igualdad.

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Antiguo Testamento