y la multitud de ellos que creyeron ,. El Evangelio, y en Cristo, la sustancia de ello; y una multitud que eran, porque ahora eran de unos ocho mil personas. Y aunque su número fue tan grande, ellos.

eran de un corazón y de un alma ; Hubo un consentimiento y acuerdo completo en la doctrina, en asuntos de fe, eran todas de una sola mente y juicio, y hubo una armonía perfecta en su práctica, todos realizaron los mismos deberes, y observaron los mismos comandos y ordenanzas; y todos perseguían el mismo interés, y tenían los mismos fines y puntos de vista; Y hubo una unión estricta de sus afectos entre sí; Sus almas se tejieron entre sí; para que haya, pero como era, un alma en este gran cuerpo de cristianos. Aristóteles, se le preguntó qué amiga estaba respondida, una alma que vive en dos cuerpos P: Y así los judíos dicen, es apto y correcto que los amantes o amigos deben ser בלב אחד כאיש אחד, "de un solo corazón". q; y tales amigos y amantes abundantes fueron estos.

ninguno de ellos, ninguno de ellos, que deberían de las cosas que poseía era su propia ; aunque él tuvo un peculiar adecuado para ellos, sin embargo, no afirmó que el derecho, ni insistir en ello, ni tanto como hablar de ella, ni hacer uso de su sustancia como si fuera lo suyo, reservándolo por sí mismo, o incluso desechando eso mismo; Pero lo expuso al uso gratuito de todo el cuerpo, para disfrutarlo igualmente consigo mismo:

pero tenían todas las cosas comunes ; que era lo que no estaban obligados, pero era una acción libre y voluntaria de la suya propia, por lo que no es vinculante a otros; Tampoco es su práctica para ser imitada, de la manera directa en la que lo hicieron, porque su caso era peculiar. No solo todos los días fueron susceptibles a las persecuciones y a tener sus posesiones incautadas, y sus bienes confiscados; Pero también lo sabían, que en proceso de tiempo, Jerusalén se destruiría, y no podrían decir qué tan pronto; y, por lo tanto, lo juzgó el derecho de vender sus posesiones, y lanzar el dinero a una acción común, por su apoyo mutuo, y para llevar a cabo la causa común de Cristo.

p diog. Laert. en vit. Aristote. l, 5. 313. Q Teroror Hammor, Fol. 21. 3. 162. 4.

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