Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la ley del pecado y de la muerte. [De todo lo que he escrito, es una conclusión justa que, bajo Cristo, somos tan completamente justificados del pecado que aquellos que están en él permanecerán sin ser condenados en el juicio final, ya que ahora no hay base para su condenación. Porque el evangelio, o ley, dada por el Espíritu Santo, que es el espíritu de vida, me ha librado de la ley (ya sea dada por Moisés o de otra manera) que produce pecado y muerte. Las leyes que no pueden ser obedecidas resultan en pecado, y el pecado termina en muerte.]

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Antiguo Testamento