Juan 12:19 . Entonces los fariseos decían entre sí: Mirad cómo no prevalecéis sobre nada. Mira, el mundo se ha ido tras él. La exageración de sus palabras ilustra la alarma y la desesperanza de los fariseos. La impresión causada es demasiado grande para permitirles mirar los hechos tal como son. El peligro de la situación se ve realzado por sus temores, y hablan con más fuerza incluso de lo que exigía la ocasión, por impactante que fuera.

Es al mismo tiempo muy probable que el evangelista vea en su lenguaje una de esas profecías inconscientes que tantas veces se advierten en su Evangelio. El segundo acto del capítulo doce ha terminado, y el Redentor humillado sigue siendo el vencedor. El tercer acto presenta la misma lección bajo una luz aún más llamativa.

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