No conocemos a ningún hombre ; no consideramos la condición o las conexiones externas de los hombres.

Hemos conocido a Cristo ; como judío perteneciente a nuestra nación, y esperaba de él grandes favores temporales. Pero ahora lo consideramos como un Salvador espiritual, y nos esforzamos por inducir a tantos como sea posible a creer en él.

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Antiguo Testamento