El Espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos ; fueron resucitados espiritualmente. Se levantaron nuevos y fieles siervos de Dios, la religión revivió grandemente, y el número de los que la abrazaron se multiplicó tanto, que la sangre de los mártires se vio como la semilla de la iglesia.

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Antiguo Testamento