lavado ; en el original, bautizado. Se puede prestar gran atención a las formas y ceremonias externas, especialmente cuando se enseña a los hombres a depender de ellas para la salvación, y sin embargo sus corazones son abominablemente malvados. Toda esa dependencia es vana. Para ser aceptados por Dios, los hombres deben entregarle su corazón, y deben manifestarlo obedeciéndole y haciendo el bien, según tengan la oportunidad, a sus semejantes.

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Antiguo Testamento