Así dice el Señor acerca de los amonitas. Debido a que los amonitas fueron indultados por la decisión de Nabucodonosor de sitiar Jerusalén, estaban dispuestos a prometerse seguridad ya insultar las calamidades que habían sufrido los judíos; una práctica por la que a menudo son reprobados muy severamente por los profetas, y amenazados con juicios similares. Y en cuanto a su oprobio con que injuriaron a Israel en el día de las aflicciones de Israel; Di: La espada está desenvainada, está desenvainada Se hacen preparativos bélicos contra ti, la guerra está declarada y tu enemigo ha desenvainado la espada. Para la matanza está arreglada. Está preparada para causar espantosa destrucción, para devastar tu país y consumir a sus habitantes.Mientras te ven vanidad mientras los adivinos y pretendientes a la adivinación no te predicen más que acontecimientos felices, ¡oh Ammón! la espada se prepara para destruirte.

Para traerte sobre el cuello de los muertos. Para agregar a tu pueblo al número de los muertos en Judea, ( Ezequiel 21:14 ), y para hacer tu condición como la de ellos; cuyo día ha llegado Ver Ezequiel 21:25 . Cuando su iniquidad termine, cuando su merecido castigo, que venga sobre ellos, ponga fin a su iniquidad. Los babilonios cumplieron esta profecía acerca de los amonitas, unos cinco años después de la destrucción de Jerusalén, porque los amonitas ayudaron a Ismael a arrebatar el gobierno de Judea de las manos de Gedalías, a quien el rey de Babilonia había asignado allí como su delegado.

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