Todos los que me ven

El Salmo 22 es una imagen gráfica de la muerte por crucifixión. Los huesos (de las manos, brazos, hombros y pelvis) descoyuntados (Salmo 22:14) la sudoración profusa causada por un sufrimiento intenso (Salmo 22:14); la acción del corazón afectado (Salmo 22:14); fuerzas agotadas y sed extrema (Salmo 22:15); las manos y los pies perforados (Salmo 22:16) desnudez parcial con daño a la modestia (Salmo 22:17), son todos incidentales a ese modo de muerte. Las circunstancias que acompañan son precisamente las que se cumplieron en la crucifixión de Cristo. (Salmo 22:14). El grito desolado de; (Salmo 22:1); (Mateo 27:46); los períodos de luz y oscuridad de; (Salmo 22:2); (Mateo 27:45) el contumely de; (Salmo 22:6); (Salmo 22:12); (Salmo 22:13); (Salmo 22:18); (Mateo 27:29) el reparto de muchos versos (Salmo 22:18); (Mateo 27:35), todos se cumplieron literalmente. Cuando se recuerda que la crucifixión fue una forma de ejecución romana, no judía, la prueba de la inspiración es irresistible.

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