Se escuchó una voz en Ramá: el profeta describe las lamentaciones en Jerusalén y sus alrededores en el momento de los varios cautiverios, bajo la imagen de una madre que se lamenta por sus hijos muertos. La escena de duelo se establece en Ramá, en la tribu de Benjamín mencionada Jueces 18:25 y Raquel, la madre de esa tribu, se presenta como principal doliente en una ocasión tan triste. Esta representación figurativa se cumplió literalmente en gran medida cuando Herodes mató a los niños en Belén, el lugar donde fue enterrada Raquel; y, por lo tanto, se la puede representar con gran propiedad como levantándose de la tumba y lamentando la muerte de sus hijos inocentes. Es observable que la Vulgata, Caldea y LXX. entender la palabra רמה Ramá,no como un nombre propio, sino como un apelativo; y traducirlo en alto o en voz alta; según el cual el sentido será, Se oye una voz en lo alto, o en voz alta, lamentos, llantos cada vez más fuertes; Rachel llorando por sus hijos, negándose a ser consolada por sus hijos, porque no lo son.La profecía podría haber aludido principalmente a las aflicciones en las que se sumergieron los judíos cuando fueron recogidos por Nabuzar-adan en Ramá, para ser transportados a Babilonia; pero cuando se consideró en su sentido secundario, como una alusión a la masacre cometida por Herodes en Belén. Podemos inferir que si el profeta hubiera vivido en ese momento y hubiera escuchado el aumento de los gritos de las madres a medida que los asesinos avanzaban en sus estragos, no podría haber dado una descripción más viva de esa masacre. Ver Grocio.

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