Así ha dicho el SEÑOR; Se oyó una voz en Ramá, llanto y llanto amargo; (t) Raquel que lloraba por sus hijos se negó a ser consolada por sus hijos, porque ellos no lo eran.

(t) Para declarar la grandeza de la misericordia de Dios al liberar a los judíos, les muestra que eran como los benjamitas de los israelitas, es decir, completamente destruidos y llevados, tanto que si Raquel, la madre de Benjamín, hubiera podido resucitar. de nuevo para buscar a sus hijos no habría encontrado ninguno.

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