En eso decís, etc.— Houbigant pone un punto y coma al final de este versículo, y comienza el octavo así, Y cuando traéis al ciego para el sacrificio, esto no parece malo, ni cuando ofrecéis al cojo y al enfermo. El profeta los reprende por no rendir reverencia al altar de Dios, sino admitir víctimas de todo tipo, aunque sean contrarias a la ley, para que obtengan la mayor ganancia posible.

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