Por tanto, el hombre se irá ... - Estas son evidentemente las palabras del narrador. Adam nombra a este nuevo producto del poder creativo, como había nombrado a otros, pero no sabía nada acerca de que los jóvenes se fueran de la casa de su padre por el bien de la esposa. Además, en Mateo 19:5 , nuestro Señor cita estas palabras tal como las pronunció Dios, y la interpretación más simple de esta declaración es que el narrador inspirado fue movido por el Espíritu de Dios a dar esta sanción solemne al matrimonio, fundada en las palabras de Adán. El gran y principal objetivo de esta parte de la narración es presentar el matrimonio como una ordenanza divina.

El narrador describe la necesidad de Adam, lo imagina examinando toda la vida animal y estudiando los hábitos de todas las criaturas con tanto cuidado como para poder darles nombres, pero regresando de su búsqueda insatisfecho. Por fin se le presenta solemnemente a uno que es su contraparte, y él la llama Ishah, su yo femenino, y la declara como su carne y hueso. Sobre esto, “El que al principio los hizo varón y hembra” pronunció la ley divina del matrimonio de que el hombre y la mujer son una sola carne.

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