Félix el gobernador. - La carrera del procurador así nombrado no deja de tener interés como ilustración de la forma en que se gobernaba el Imperio Romano en esta época. En la casa de Antonia, la madre del emperador Claudio, había dos hermanos, primero esclavos, luego libertos, Antonio Félix y Palas. Este último se convirtió en el compañero elegido y ministro favorito del emperador, y gracias a su influencia, Félix obtuvo la fiscalía de Judea.

Allí, en el escueto lenguaje epigramático de Tácito, gobernó como quien pensaba, confiando en el poder de su hermano, que podía cometer cualquier crimen con impunidad, y ejercía "el poder de un tirano con el temperamento de un esclavo" ( Tácito. Ann. Xii. 54; Hist. V. 9). Su carrera fue infame tanto por la lujuria como por la crueldad. Otro historiador, Suetonio ( Claud. C. 28), lo describe como el esposo de tres reinas, con quienes se había casado sucesivamente: - (1) Drusilla, la hija de Juba, rey de Mauritania y Selene, la hija de Autonius y Cleopatra.

(2) Drusilla, hija de Agripa I. y hermana de Agripa II. (Véase Hechos 23:24 .) Había dejado a su primer marido, Azizus, rey de Emesa, para casarse con Félix (Jos. Ant. Xx. 7. § 1). Su hijo, también un Agripa, murió en una erupción del Vesubio en el año 79 d. C. (Jos. Ant. Xx. 7, § 2). Se desconoce el nombre de la tercera princesa.

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