CAPÍTULO IV.

El apóstol exhorta a Timoteo a ser diligente, incesante y

fiel en su predicación; velar, sufrir pacientemente y dar

plena prueba de su ministerio , 1-5.

Predice su propia muerte cercana y expresa la

confianza más fuerte de ser eternamente feliz , 6-8.

Desea a Timoteo que venga a verlo; muestra que varios 

lo abandonaron, que otros se fueron a diferentes distritos, y

que sólo tenía a Lucas con él , 9-12.

Le pide que traiga la capa, el libro y los pergaminos, que él

había dejado cuando partió de Troas , 13.

De la oposición de Alejandro el calderero , 14, 15.

Le dice a Timoteo cómo fue abandonado por todos cuando se vio obligado a hacer

su primera defensa ante Nerón; cómo Dios lo apoyó, y la

confianza con la que se inspiraba , 16-18.

Saludos a diferentes personas en Efeso, y a diferentes

personas en Roma , 19-21.

La bendición apostólica , 22.

NOTAS SOBRE EL CAP. IV.

 

verso 2 Timoteo 4:1 _ Te encarezco, pues, ante Dios... de quién eres heraldo ; y delante del Señor Jesucristo , cuya salvación vas a proclamar, y que viene a juzgar al mundo , todos los que se hallarán entonces vivos , y todos los que han muerto desde la fundación del mundo.

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