Verso 8. Tu amor en el Espíritu... Así predicamos, y así creísteis. La llama celestial en el corazón de este ministro se comunicaba a los que le escuchaban; era como un sacerdote para la gente. Gozaban de un ministerio espiritual y enérgico, y eran un pueblo espiritual; tenían un espíritu amoroso, y amor por el Espíritu de Dios que habitaba en ellos. Y de este amor suyo en el Espíritu, y particularmente hacia el apóstol, Epafras dio plena prueba, no sólo describiendo al apóstol el afecto que sentían por él, sino presentándole las provisiones que su amor hacia él les hacía proporcionar.

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