Versículo 18. - 21. Porque no habéis venido al monte que se puede tocar... Creo que las palabras ψηλαφωμενωορει deben traducirse a un monte palpable o material; pues que no era un monte que en esta ocasión pudiera tocarse, lo demuestra la historia, Éxodo 19:12 ; Éxodo 19:13 , muestra; y el mismo apóstol, en Hebreos 12:20 , lo confirma. Se le llama aquí monte palpable o material, para distinguirlo del monte espiritual Sión, del que habla el apóstol. Algunos sostienen que debería traducirse como tacto de caelo, trueno; este sentido concordaría bastante bien con el ámbito del lugar. El propósito del apóstol es mostrar que la dispensación de la ley engendraba terror; que era sumamente terrible y exclusiva; que sólo pertenecía al pueblo judío; y que, incluso para ellos, era tan terrible que no podían soportar lo que se les ordenaba, y suplicaban que Dios no se comunicara con ellos en su propia persona, sino por el ministerio de Moisés: e incluso para Moisés, que mantenía la más alta intimidad con Jehová, las glorias reveladas, el fuego ardiente, la negrura, las tinieblas, la tempestad, el fuerte sonido de la trompeta y la voz de las palabras, eran tan terribles que dijo: "Temo y tiemblo en extremo".

Estas fueron las cosas que se exhibieron en aquel monte material; pero la dispensación del Evangelio es una muestra grandiosa, copiosa e interesante del amor infinito de Dios. Es todo aliento; no respira más que misericordia; no es un sistema exclusivo; abarca a toda la raza humana; tiene a Jesús, el amigo del pecador, como mediador; está ratificado por su sangre; y se adapta, gloriosamente, a todas las necesidades y deseos de cada alma del hombre.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad