Verso Hechos 17:15 . Lo llevaron a Atenas... Esta fue una de las ciudades más célebres del mundo, ya sea que consideremos su antigüedad, su aprendizaje, su consecuencia política o el valor de sus habitantes. Esta ciudad, que era la capital del Ática, y la sede del imperio griego fue fundada por Cecrops, alrededor de 2447 A.M., antes de Cristo 1557, y fue llamada por él Cecropia. Alrededor de mil trescientos o mil cuatrocientos años antes de Cristo, en el reinado de Erecteo o de Eritonio, se llamaba Atenas, de αθηνη, un nombre de Minerva, a quien estaba dedicada, y que siempre fue considerada la protectora de la ciudad. Al principio, toda la ciudad estaba construida sobre una colina o roca, en medio de una amplia llanura; pero, con el tiempo, toda la llanura se cubrió de edificios que se llamaron la ciudad baja; mientras que la antigua se llamó Acrópolis, o la ciudad alta. En su estado más floreciente, esta ciudad tenía no menos de ciento setenta y ocho estadios, o veintidós millas romanas de circunferencia. Los edificios de Atenas eran los más soberbios y mejor ejecutados del mundo, pero ahora todo está en estado de ruina. El Sr. Stuart, en sus tres volúmenes en folio de las Antigüedades de Atenas, ha dado representaciones correctas de las que quedan, con muchas notas geográficas de gran importancia. Los más grandes hombres que han existido, eruditos, abogados, estadistas y guerreros, fueron atenienses. Sus instituciones, sus leyes y su literatura eran su propio e incomparable orgullo y la envidia del mundo. La ciudad sigue existiendo; la Acrópolis se encuentra en un estado de reparación comparativo. Ahora está en manos de los griegos, pero los turcos, que la tenían hasta hace poco, han convertido el famoso Partenón o templo de Minerva en una mezquita. Se calcula que sus habitantes son unos mil. El cristianismo, plantado aquí por San Pablo, todavía subsiste; y alrededor de dos tercios de los habitantes de Atenas son cristianos, que tienen aquí varias iglesias u oratorios, y es la residencia de un obispo griego, que es metropolitano. Quien considera la antigua gloria de esta ciudad, ya sea en su antigüedad pagana o cristiana, no puede sino suspirar por su estado actual.

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