Versículo 33. Mientras el día se clareaba... Era entonces, al parecer, cerca del amanecer.

Hoy es el decimocuarto día de ayuno continuado... No habéis tomado una sola comida regular durante estos catorce días. De hecho, podemos dar por sentado que, durante toda la tormenta, muy poco fue lo que comieron los hombres: pues ¿qué apetito podrían tener los hombres por la comida, que cada momento tenían la muerte ante sus ojos?

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