Y mientras se acercaba el día, Pablo les rogó a todos que comieran, diciendo: Este día es el decimocuarto día en que os detuvisteis y continuáis ayunando, sin haber comido nada.

Ver. 33. No haber tomado nada ] es decir, no haber hecho comida preparada sino a base de arrebates y capturas. Cuando la vida está en peligro, todo se deja a un lado hasta que se asegure. Oh, si fuéramos igualmente sabios para nuestras almas; seguramente, si supiéramos nuestro peligro, no comeríamos ni beberíamos hasta haber hecho las paces con Dios. ¿No es nada perder un alma inmortal? para comprar una muerte eterna?

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