Verso Hechos 4:17Para que no se extienda más... No la noticia de la sanidad milagrosa del cojo, sino la doctrina y la influencia que estos hombres predican y ejercen. Más de mil personas ya habían profesado la fe en Cristo como consecuencia de este milagro (ver Hechos 4:4,) y si se permitía que esta enseñanza continuara, probablemente acompañada de milagros similares, tenían razones para creer que toda Jerusalén (excepto ellos mismos, que habían endurecido sus corazones contra todo bien) se convertiría a la religión de aquel a quien habían crucificado recientemente.

Amenacémoslos severamente... απειλη απειλησωμεθα, Amenacémoslos con amenazas, un hebraísmo, y una prueba de que San Lucas ha traducido las palabras del concilio al griego, tal como fueron pronunciadas.

Que no hablen - a nadie en este nombre... Nada tan ominoso para ellos como el nombre de Cristo crucificado, porque ellos mismos habían sido sus crucificadores. Por este relato, no podían soportar que se predicara la salvación a la humanidad por medio de aquel de quien habían sido traidores y asesinos, y que pronto no tendría más enemigos que ellos mismos.

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