Pero para que no se extienda más entre el pueblo, amenacémosle con dureza, que de ahora en adelante no hablen a nadie en este nombre.

Ver. 17. Que de ahora en adelante no hablaran a nadie ] Deben cortarse la lengua entonces, porque, como vino nuevo, deben desahogarse o estallar. Cuando Valente, el emperador arriano, amenazó a Basilio con el destierro, el tormento, la muerte, etc. Que asuste a los bebés, dijo él, con esos insectos, y no a mí. Puede que me quite la vida, pero no mi amor por la verdad.

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