Verso 39.  Volvieron a intentar capturarle... No pudieron responder a sus argumentos sino con piedras. La evidencia de la verdad no pudo ser resistida; y se esforzaron por destruir a la persona que la decía. La verdad puede confundir a los malvados obstinados, pero no los convierte; y es un justo juicio de Dios dejar que perezcan en sus contradicciones los que se obstinan en negarse a creer.

Pero escapó... De una manera que desconocemos, pues el evangelista no ha especificado la forma en que lo hizo.

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