Verso 38. Creed en las obras... Aunque ahora no creáis en lo que os he dicho, considerad mis obras, y entonces veréis que éstas demuestran que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; y, por consiguiente, que yo y el Padre somos uno. Esta parece ser la fuerza del argumento de nuestro Señor; y todo hombre debe ver y sentir que es concluyente. No había posibilidad de debilitar la fuerza de este razonamiento, sino afirmando que estos milagros no eran realizados por el poder de Dios; y entonces debían probar que no sólo un hombre, sino un hombre malo, como decían que era Jesús, podía realizar estos milagros. Como esto era imposible, entonces el argumento de Cristo tuvo un triunfo completo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad