Verso 31. Si doy testimonio...  Si no tuviera ninguna prueba de que soy el Mesías y de que soy igual a Dios, el sentido común os llevaría a rechazar mi testimonio; pero el poderoso poder de Dios, por el que hago mis milagros, atestigua suficientemente que mis pretensiones están bien fundadas.

El obispo Pearce da un giro diferente a este verso, traduciéndolo interrogativamente, así: "Si sólo doy testimonio de mí mismo, ¿no es mi testimonio verdadero? es decir, ¿no es, por ello, verdadero? En Juan 8:14 dice: "Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero". Y en Juan 8:18, dice: "Yo soy uno que da testimonio de mí mismo".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad