31. Si testifico acerca de mí mismo. Aquí no le quita nada al crédito debido a su testimonio, que afirma en otros términos en términos fuertes, pero habla a modo de concesión; para Cristo, habiendo sido apoyado en otros aspectos más abundantemente, consiente que no deben creer su palabra. "Si mi testimonio sobre mí mismo", dice él, "sospechas de ti según la costumbre común de los hombres, déjalo ir por nada". Ahora sabemos que lo que cualquier hombre afirma sobre sí mismo no se considera verdadero y auténtico, aunque en otros aspectos dice la verdad, porque ningún hombre es un testigo competente en su propia causa. Aunque sería injusto reducir al Hijo de Dios a este rango, él prefiere entregar su derecho, para poder convencer a sus enemigos por la autoridad de Dios.

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