Verso Romanos 14:9 . Cristo murió y resucitó... Que no somos nuestros, sino que somos del Señor tanto en la vida como en la muerte, es evidente por esto: que Cristo vivió, murió y resucitó, para ser el Señor de los muertos y de los vivos; pues su poder se extiende igualmente sobre ambos mundos: los espíritus separados, así como los encarnados, están bajo su autoridad; y él es quien ha de resucitar incluso a los muertos: y así todos, por toda la eternidad, vivirán bajo su dominio.

La cláusula καιανεστη, y la rosa, falta en varios MSS reputados, y ciertamente no es necesaria para el texto. Griesbach omite las palabras, y lee απεθανε και εζησεν, murió y vivió; de lo cual dice el profesor White, lectio indubie genuina: "esta lectura es indiscutiblemente genuina."

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