Pero se regocijan, en la medida en que son participantes de los sufrimientos de Cristo, ... no de sus sufrimientos personales; aunque eran participantes de los beneficios y bendiciones que los pasan a través de ellos, y resultan de ellos, como la justificación, la paz y el perdón, y que son materia y fundamento de regocijo; Pero de los sufrimientos de su cuerpo, la iglesia, que es místicamente; y se les llama a la suya, debido a la unión entre él y su pueblo, y la simpatía que les lleva, y porque están soportados por el bien de él y su evangelio, y conforman a los santos, y los hacen como para él; Y, por lo tanto, los santos de sufrimiento deben regocijarse en esto, que sus sufrimientos son representados por Cristo como suya, que en todas sus aflicciones es afectada; Y que son honrados de sufrir por su nombre, y se les hace como para él:

que cuando se revelará su gloria; la gloria de su naturaleza divina, como el Hijo unigénito de Dios, en el que vendrá y aparecerá en el último día; Y, aunque, aunque incomunicable, se manifestará más a todos los hombres, y especialmente a los santos, que sabrán más de él, como el brillo de la gloria de su padre, y la imagen expresa de su persona; Y cuando la gloria de su oficina, como mediadora, será más visible, y será visilitado por todo lo que el Padre le ha dado; y también la gloria de su naturaleza humana, que ahora está coronada con gloria y honor a la derecha de Dios; Y también la gloria que tiene en sus manos para su pueblo, incluso la gloria eterna y la felicidad: esto es ahora, en gran medida, invisible, pero luego será revelado, tanto a los santos como en ellos; Aparecerán con Cristo en gloria, y tendrán una gloria tanto sobre sus almas y cuerpos. Mientras sufren con él, y por su bien, serán glorificados con él, cuando vendrá en su propia gloria, y en la gloria de su padre, y en la gloria de sus santos ángeles: la consideración de la cual, como debe Animar enormemente a sufrir por su bien, así debe ser una cuestión de gran alegría; como sigue:

Puedes estar contento también con la exceda de la alegría; Una alegría indecible, y llena de gloria, realizando a los participantes de la gloria de Cristo, ya sea en contemplación, o en poseerla.

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