Porque somos a Dios un sabor dulce, ... Aquí se da una razón, por qué el sabor del conocimiento de Dios en Cristo se manifiesta por los ministros del Evangelio, porque ellos mismos son un sabor dulce; No es que estén tan en sí mismos, porque tienen los mismos corazones y naturalezas corruptas, y se quejan de ellos como otros hombres; pero con los dones y las gracias del espíritu de Dios, comparables a ungüentos fragantes y dulces de olor, Cantares de los Cantares 1:3, por los cuales están habilitados para predicar las doctrinas sabrosas de la Evangelio, y para adornar y recomendarlos por sus vidas y conversaciones ejemplares: la alusión es a Aarón y los sacerdotes bajo la ley, que fueron ungidos con el aceite de unción, que se derramó sobre sus cabezas, corrió sobre sus barbas y descendió a sus barbas. a las faldas de sus prendas, para que estuvieran en todo un perfume, un olfato dulce y sabor; Y así son los ministros de la Palabra, siendo ungidos con eso, a la que el otro era típico. Se dice que son un sabor dulce.

de Cristo, porque tienen sus dones, gracia y evangelio de él, y él es el tema de su ministerio; Para que este dulce sabor de los suyos, no sea el suyo, sino su, cuya persona, la sangre, la justicia, el sacrificio, la gracia y la plenitud de la misma, como lo han quedado en el Ministerio del Evangelio, son dulces y sabrosos de los creyentes. Además, es "a Dios", son tan sabor, no a los hombres, simples hombres carnales, porque con ellos son la suciedad del mundo, y el escalonamiento de todas las cosas; Pero están agradecidos y agradables para el Señor, a medida que hacen sus ministraciones, y demuestra su honor y la gloria: y esto son.

en ellos que se salvan, que son elegidos por Dios a la salvación, para quien Cristo lo ha forjado, a quien se aplica por el Espíritu de Dios, que son herederos de él, y lo guardan, y para ello, por El poder de Dios, y sin duda lo disfrutará: sí, son un sabor dulce.

En ellos que perecen, toda la humanidad son, a través del pecado, en una condición de perrosidad: algunos de ellos nunca perecerán; Pero, y se salvarán con una salvación eterna: otros perecerán en sus pecados, a los que están abandonados; ¿Y qué sentido los ministros del evangelio son un sabor en estos se muestran en el siguiente verso?

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