Luego, dijo Agrippa a Festo, ... como declarando su sentido, y a modo de consejos y consejos; Pero no como determinar nada mismo, por eso yacía en el pecho de Festo, el gobernador romano y el juez:

Este hombre podría haberse puesto en libertad; de sus bonos y encarcelamiento; Porque aparece que aparece en contra de él, o cualquier ley en contrario:

Si no hubiera apelado a César; por lo que un juez inferior no podía liberarlo; Pero así se ordenó en la Divina Providencia, que debería apelar a César, que él podría ir a Roma, y ​​ahí lleva un testimonio de Cristo; Sin embargo, esta Declaración de Agripa, y lo que él y el gobernador y el resto, se encuentran entre sí, son una prueba considerable de la inocencia del apóstol.

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