Hablar mal de ningún hombre, ... como no uno de otro, así que no de los hombres del mundo, al prejuicio de sus nombres y personajes, que son cosas tiernas, y deberían tocarse suavemente; Ni de magistrados, principados y poderes, de personas en dignidad y autoridad, que los falsos maestros no tenían miedo de hablar del mal, y por sus principios y prácticas enseñaban a otros a hacer lo mismo:

no ser aventuras; o "luchadores", ya sea por golpes o palabras; no litigioso y peleón, arruinar y esforzarse por las cosas sin fines de lucro, y en detrimento y perturbación del gobierno civil, las iglesias, el vecindario y las familias; Lo que es muy impropio de los seguidores de Jesús, que no se esforzó, ni lloró, ni su voz se escuchó en las calles. Pero suave, mostrando toda la mansedumbre a todos los hombres; ceder y dar paso, más bien elegir sufrir mal que pelear, contender y lidigar un punto; Tomando el consejo de Cristo en Mateo 5:39, llevándolo de manera manso y humilde a los hombres de todos los rangos y grados, ya sean superiores o inferiores, ricos o pobres, enlaces o libres, judíos o gentiles, miembros de la iglesia, o hombres del mundo.

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