(7) Doy gracias a mi Dios siempre en tu nombre, por la gracia de Dios que te es dada por Jesucristo;

(7) Procurando condenar muchos vicios, comienza con un verdadero elogio de sus virtudes, no sea que parezca después descender a la reprimenda, movido por la malicia o la envidia; sin embargo, de tal manera que refiere todo a Dios como el autor de ellos, y que en Cristo, para que los corintios se avergonzaran más de profanar y abusar de los santos dones de Dios.

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