(12) Porque ya que por el hombre [vino] la muerte, por el hombre [vino] también la resurrección de los muertos.

(12) Otra confirmación de la misma conclusión: porque Cristo debe ser considerado como opuesto a Adán, que así como de un hombre Adán, el pecado vino sobre todos, así de un hombre Cristo viene la vida a todos. Es decir, que todos los fieles, que mueren porque por naturaleza nacieron de Adán, así porque en Cristo son hechos hijos de Dios por gracia, son vivificados y resucitados por él.

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