"Porque puesto que la muerte vino por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos".

Por eso Jesús tuvo que venir como hombre. Por el hombre, y su pecado, la muerte vino al mundo. Por lo tanto, era necesario que viniera otro Hombre que derrotara al pecado y la muerte, proporcionara el rescate y lo demostrara levantándose de entre los muertos, haciendo así la resurrección de entre los muertos una certeza para todos los que son de Dios.

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