Sin embargo, el que permanece firme en su (i) corazón, que no tiene necesidad, sino que tiene poder sobre su propia voluntad, y ha decretado en su corazón que guardará a su virgen, hace bien.

(i) Se resolvió a sí mismo.

(k) Que la debilidad de su hija no lo obligue, ni ningún otro asunto, a que aún pueda mantenerla virgen sin peligro.

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