Derribando la imaginación y todo lo que se enaltece contra el conocimiento de Dios, (3) y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo;

(3) Una amplificación de este poder espiritual, que vence a los enemigos de tal manera, aunque sean tan astutos y poderosos, que lleva a algunos de ellos por el arrepentimiento a Cristo, y con justicia venga a otros que son obstinadamente obstinados, separándolos de los demás que se dejan gobernar.

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