Y el rey dijo a Arauna: No; pero ciertamente te lo compraré por un precio: ni ofreceré holocaustos a Jehová mi Dios de nada que me cueste. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

(n) Algunos escriben que cada tribu dio 50, lo que equivale a 600, o que después compró hasta 550 siclos.

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