Y el rey dijo a Arauna: No; pero ciertamente te lo compraré por un precio: ni ofreceré holocaustos a Jehová mi Dios de nada que me cueste. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

Ver. 24. No, pero seguro que te lo compraré. ] Para que pueda honrar al Señor con mi sustancia, Pro 3: 9 y pagar por él, como ella lo fue con su nardo de gran precio, Juan 12: 3 y como Justiniano el emperador con su rica mesa de comunión, que tenía en es, dice Cedreno, todas las riquezas de la tierra y del mar. Los preparativos de David para la construcción del templo, donde ahora construyó un altar, fueron muy grandes, como se verá más adelante.

Por cincuenta siclos de plata. ] Pero todo el lugar y el terreno, con las casas donde luego se construyó el templo, le costó seiscientos siclos de oro. 1 Crónicas 21:25

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