No permitas que tu boca haga pecar tu carne; ni digas delante del ángel que fue un error. ¿Por qué se enojará Dios con tu voz y destruirá la obra de tus manos?

(d) No te provoques a ti mismo a pecar haciendo votos imprudentemente como lo hacen quienes hacen un voto de vivir solteros y cosas por el estilo.

(e) Es decir, ante el mensajero de Dios cuando él examinará tus acciones, como si tu ignorancia fuera una excusa justa.

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